Hola Jurásicos, supongo que a estas alturas casi todos habréis visto la película y el resto estaréis a puntito.
Hoy os traemos la primera colaboración del blog junto a nuestro gran amigo y periodista Fernando Solla, un afortunado que ha tenido la oportunidad de visitar la atracción Jurassic Park: The Ride en los Universal Studios de Hollywood. Fernando escribe habitualmente para Cine Divergente (una web sobre actualidad cinematográfica, crítica y análisis de películas) Ver sus artículos aquí:
JURASSIC WORLD Una aventura que comenzó hace veintidós años.
El parque abre sus puertas de nuevo. Y esta vez por fin nos encontramos
con una secuela que no tiene miedo de mirar cara a cara a su predecesora. Hay
dos preguntas que Colin Trevorrow parece haberse planteado para afrontar el
rodaje de Jurassic World. ¿Qué esperan los espectadores que en su día
asistieron al estreno del filme de Steven Spielberg? y ¿hay alguna posibilidad
de igualar al largometraje inicial, no tanto en calidad sino en repercusión
mediática?
En lo referente a recaudación y cuota de pantalla las cifras están ahí.
Pero sobre la repercusión mediática y el merchandising
la respuesta no podía ser sí por un solo motivo, y es que Jurassic World es
precisamente eso, un producto más surgido a raíz del original, algo que no
renueva, sino enaltece el recuerdo más que presente todavía de la película de
1993. Un complemento antes que una sustitución. Hay un momento de la película
en el que Owen, domador de dinosaurios interpretado por Chris Pratt, advierte
que no es una buena idea inventarse un dinosaurio nuevo para atraer a las
masas. Y tiene razón. La estrella sigue siendo el T-Rex, como demuestra su
aparición estelar y crucial para el desenlace del largometraje. Sólo hay que
fijarse en que cada vez que aparece el logo de Jurassic Park, viene
acompañado de su ® de marca de registrada.
¿Cómo calibrar la calidad de la experiencia de los millones de
espectadores potenciales? Proponiéndoles una visita a un parque temático.
Convirtiendo en realidad el temor morboso que nos embarga a muchos cuando
asistimos a un recinto de esas características ¿Y si algo no va bien? En un
parque temático no encontraremos personajes con una entidad dramática más allá
de la versión más indefensa y relajada de nosotros mismos cuando buscamos un
momento de evasión, sometiéndonos voluntariamente al deseo de perpetuación de
los propietarios de la marca. Jurassic World es a la vez un
reclamo de alcance internacional para publicitar la atracción Jurrassic
Park® - The Ride, que desde hace años atrae a miles de visitantes hacia
los Universal Studios de Hollywood,
que este año celebra, precisamente, su 50 aniversario. Hay una escena de la
película en la que los jóvenes protagonistas observan un vídeo de Jimmy Fallon
que actúa de guía virtual, clónico del que podemos visionar los asistentes al
tour por el citado estudio.
Finalmente, ¿por qué nos ha gustado Jurassic World? En primer lugar
porque supone la visita más espectacular a un parque que podamos imaginar
jamás. En segundo lugar, porque los efectos especiales y las nuevas criaturas
son realmente espectaculares y, para terminar, por esa constante mirada hacia
el título original, plagada de referencias pero que nunca cae en el plagio o
repetición gratuita. Colin Trevorrow parece entender que el rey Midas sigue
siendo Spielberg. A su costa, la broma que supone que el dinosaurio se coma al
tiburón, otro de los animales mitificados por el veterano empresario. Una
película para disfrutar mucho más coherente con su propia naturaleza y
finalidad, que muchos de los títulos que pasan por nuestra cartelera. Y por
supuesto, habrá más.
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